Hasta cuatro meses de atraso en el pago de sueldos con la plantilla. Algunos jugadores lesionados que no están bien atendidos. Traslados entre ciudades del país con bastantes limitaciones, que poco ayudan al rendimiento deportivo de JBL Zulia, un equipo del fútbol venezolano que en 2016 alcanzó a jugar en la máxima categoría.

Esa es parte de la cruda realidad que golpea la actualidad del “JBL” Zulia, institución de la segunda división de nuestro país, que el domingo pasado no pudo ejercer la localía en el Estadio Pachencho Romero de Maracaibo por ausencia de efectivos de seguridad pública o privada, como mandan las bases de competencia.

Pareciera que la Incomparecencia es una consecuencia a las dificultades que enfrenta la plantilla que hoy representa a la segunda institución más importante del fútbol en el Estado Zulia.

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