A propósito de las declaraciones ofrecidas por el seleccionador nacional Rafael Dudamel el pasado jueves 8 de noviembre, en las cuales el timonel aseguró que “el tema de Alejandro Marqués se ha vuelto bastante áspero”, haciendo énfasis en los distintos obstáculos que se han presentado para que el ariete criollo se sume a la escuadra sub20; entra en cabida la interrogante de: ¿cuáles han sido los impedimentos y bajo que atmósfera se desenvuelve la relación jugador-seleccionador?.

Partiendo de ello, el primer punto a tomar en cuenta y quizás el único aspecto que debió haberse expuesto, es que el delantero perteneciente al Futbol Club Barcelona se ha visto inmerso en una lesión del tobillo que lo ha victimizado durante los últimos tres meses, información que fuese emitida por un comunicado oficial del conjunto blaugrana hacia la FVF. Recién el pasado 17 de noviembre Marques pudo sumar sus primeros minutos en campo desde su última lesión, disputando tan solo 15 minutos ante el Gimnastic de Manresa; seguidamente, con el transcurrir de la semana deberá continuar recibiendo atenciones de los médicos, fisioterapeutas y técnicos de readaptación del club.

“Recibí la negativa del jugador de participar en el cuadrangular amistoso, casualmente el día que un diario español anunció que el jugador ya había conseguido la nacionalidad española”, declaró el técnico durante la rueda de prensa. Ahora bien, dicha afirmación solo refleja un profundo desconocimiento de la situación del jugador, puesto que, tras haber nacido en Caracas durante el mes de agosto del 2000, Alejandro seria presentado por sus padres antes de cumplir el primer año de edad, ante el Consulado General de España, en la capital; momento desde el cual el joven obtuvo la nacionalidad española. Por lo tanto, Marqués ostenta ambas nacionalidades desde hace más de 17 años. A diferencia de lo expuesto anteriormente.

“Marqués fue al hotel de concentración de la selección absoluta en Barcelona, conversamos del plan de trabajo y pudo ir al partido frente a la selección de Emiratos Árabes Unidos. Una semana después recibí un mensaje manifestando su negativa de venir al cuadrangular y al acondicionamiento físico porque le impediría disputar el 62% de los partidos en su club”.

Seguidamente, una vez manifestados estos puntos, entra en plano otro aspecto que condicionaría directamente la disposición del jugador a calzarse la sudadera nacional, pues, más allá del estado físico, el cronograma presentado por Dudamel significaría la ausencia de Alejandro en su club durante un total de 63 días. Exigiendo su presencia:

  • Del 11 al 19 de noviembre 2018: “Cuadrangular amistoso” entre las Selecciones de Venezuela, Perú, Ecuador y Bolivia, a celebrarse en el Estado Lara – Venezuela. (8 días),
  • Del 09 al 23 de diciembre 2018: “Sesiones de Reforzamiento Físico” en el Centro de Alto Rendimiento de la Isla de Margarita (Venezuela).  (14 días)
  • Del 02 al 19 de enero 2019: “Sesiones preliminares de Adaptación y acoplamiento del equipo”, previo al Campeonato Sudamericano en Argentina (17 días)
  • Del 20 de enero al 13 de febrero 2019: “XXIX Campeonato Sudamericano Sub 20”, (Sudamericano Preolímpico Sub-20 2019) a celebrarse en Chile (24 días)

El cumplimiento a plenitud de dicha planificación provocaría que Alejandro se ausentase del FC Barcelona al menos durante el 70% de la temporada 2018-2019 (contando los 3 meses de inasistencia debido a la lesión). Panorama que se agrava tomando en cuenta que el esvelto delantero atraviesa su última campaña como juvenil, dejando en su panorama dos variables únicas:

  • Asciende al Barça B y mantiene su continuidad en el Club, luego de demostrar en lo que queda de temporada con resultados y rendimiento que se lo ha ganado.
  • O en caso contrario tendrán que cederlo a otro equipo (ya que por la edad no hay posibilidad de repetir en la Categoría Juvenil A).

Ya teniendo conocimiento de ello, habría que evaluar que tan beneficioso resultaría para el delantero perderse: 14 partidos (11 de liga y 3 de UEFA Youth League), 42 entrenamientos y eventuales llamados a alguna de las categorías mayores de la escuadra catalán.

¿Respaldo o perjuicio?

A pesar de asegurar en reiteradas ocasiones que su deseo es defender la causa nacional, el presente inmediato del jugador plantea como prioridad lógica: tratar de hacerse con un puesto en su club de cara a la siguiente temporada. Rasgos que parecieran ser del total desinterés tanto para una Federación que ha manejado las comunicaciones en discordia hacia el jugador, como para demás individualidades que no pierden la oportunidad para crucificarlo públicamente.

Lo cierto, es que, para el correcto desenvolvimiento de cualquier negociación, ambas partes deben identificar qué es lo más conveniente para su contraparte, y en este caso, crear polémicas y hacer caso omiso de los detalles parece resaltar por encima de dicha premisa.

 

Daniel Álvarez
@DanielAlvarezT
Valencia

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