Verónica Herrera desde que aterrizó en suelo norteamericano, lo hizo con la ilusión de lograr grandes cosas, no sólo en materia deportiva, sino también académica. La portentosa zaguera criolla se encuentra formándose en Estudios Generales y mantiene intactas sus aspiraciones de jugar en el Bayern Munich de Alemania, entre otros planes a futuro.

Adaptación a un nuevo país:

La venezolana debutó con el Reivers, equipo femenino de la Universidad de Iowa, en agosto y aunque no fue del todo sencilla su llegada al recinto, la zaguera, fue adaptándose de una manera increíble al balompié estadounidense y en tan sólo cinco meses, logró convertirse en la capitana y referente de la institución azulona.

«Al principio fue un poco difícil, por cuestión de vuelos, no pude llegar para la preparación, sino tres días antes del primer partido de la competencia. No conocía a mis compañeras, ni como se jugaba aquí», comentó la defensora.

No obstante, Verónica también se encontró con un estilo de juego muy distinto al que normalmente se practica en Venezuela.

«Es un fútbol más físico, menos táctico. Hay mucho empuje y fuerza. Los cambios son ilimitados, puedes entrar y salir, el tiempo no va de cero a 45, si no de 45 a 0».

Para «vero», no sólo fue complicado adaptarse a un nuevo fútbol. El idioma y el clima también fueron factores engorrosos para la jóven vinotinto, que a pesar de presumir una brillante carrera profesional, nunca había lidiado con estar lejos de sus seres queridos, dura prueba.

«En Venezuela siempre tuve la motivación de aprender inglés y lo hice, pero cuando llegué a los Estados Unidos todo fue totalmente distinto; salía llorando de mis primeras clases por no entender nada, sin embargo con el tiempo y gracias a un grupo de personas logré afrontarlo de la mejor manera», resaltó la caraqueña.

¿Qué se plantea Verónica para un futuro?

«Ahora estoy centrada en terminar mi ciclo académico aquí, luego de eso quiero seguir creciendo como futbolista, pero de manera profesional».

No obstante, para la ex Deportivo La Guaira, la familia también es fundamental para el crecimiento, por lo que planea pasar un tiempo con ellos y seguir disfrutando de su ameno calor humano.

Temporada recargada de cosas positivas:

La primera campaña de la capitalina resultó enormemente positiva y los números son una clara evidencia del fugaz crecimiento que tuvo la criolla en su nuevo entorno.

En 20 compromisos correspondientes a la NJCAA, la «chama» agitó las redes en cinco ocasiones y repartió tres asistencias con la camiseta del Reivers.

Con este gran andar, la ex Deportivo La Guaira, se ganó un puesto en el once ideal del «All American», en donde votan cada uno de los entrenadores que hacen vida en la prestigiosa división norteamericana.

«Para mí es un sentimiento inexplicable, porque quiere decir que todo lo que he venido haciendo en el transcurso de estos años ha dado resultados. Esta condecoración ha sido uno de los frutos más grandes que he cosechado», comentó.

Su relación con María Gabriela García, compañera de equipo:

El listón vinotinto en la Universidad de Iowa Western no sólo fue protagonizado por Verónica Herrera, María Gabriela García también fue parte del buen año del Reivers.

Durante la campaña, las dos paisanas, se mantuvieron unidas tanto fuera como dentro del vestuario y eso fue fundamental para el rendimiento de Verónica, que se mostró contenta por el gran lazo de amistad con su coterránea.

«Compartir costumbres, vocabulario; comerme una arepa, una empanada con ella, me ayudo a sentirme más acompañan, más como en casa. Es un gran apoyo.» añadió.

Sobre la selección nacional:

La zaguera admitió que extraña colocarse la camiseta de la selección nacional y que se mantiene ansiosa por recibir un llamado del combinado patrio.

«Estoy atenta a cualquier convocatoria. Tener la oportunidad de representar a mi país es lo más lindo que el fútbol me ha dado«, concluyó.

 

Alejandro Mistaje
@alejandromist
Barcelona

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